Poder diferenciar el hambre real del emocional, tener la capacidad de detener los impulsos de comer sólo por ansiedad. Encontrar el equilibrio entre comer y sentirse satisfecho, darse gustitos «sin culpa» o elegir de forma correcta que alimentos comer, son los principales beneficios del MINDFUL EATING(ME) o alimentación consciente.
En la actualidad, la mayor parte de las veces que nos llevamos algo a la boca durante el día, lo hacemos guiados por diferentes estímulos como una propaganda en la tele, un rico olor, stress, ansiedad o aburrimiento.
El ME no es una dieta, es una filosofía que nace del mindfulness y al igual que este, busca lograr que conozcas tu organismo y necesidades, siendo consciente de qué alimentos comer, cómo y cuándo.
En este proceso de re-aprender a alimentarse se busca ordenar los hábitos alimenticios, dejar de vincularse con la comida desde la ansiedad y mantener un peso de forma saludable.
¿Cómo aplicar esta técnica?
* Cuando tengas apetito, tómate unos instantes (puedes cerrar los ojos), hacé una respiración profunda y pregúntate ¿tengo hambre? ¿me aburro? ¿se me abrió el apetito por algún olor?. Recien ahí vas a saber que fue lo que produjo esa sensación y podrás decidir que vas a comer.
* Toma un vaso de agua, a veces confundimos la sed con el hambre.
* A la hora de empezar a comer, al menos los primeros bocados, intenta hacerlo consciente, atendiendo al aspecto, el olor y los sabores.
* Mastica bien cada bocado y come despacio.
* Intenta comer sentado y sin distracciones, esto te ayudara a darte cuenta (a tiempo) de que estas saciado.
* Meditar o hacer yoga puede ayudarte en este proceso.
Es muy importante que entiendas que este cambio no sucede de un día para otro, si en algún momento no logras controlarte, no te «castigues», disfruta el proceso!